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25 y 26 de septiembre de 2025

Colegio de Málaga, Alcalá de Henares

Recepción de propuestas hasta el 30 de mayo

Transitar el territorio del museo

El objetivo de este IX Foro Ibérico de Estudios Museológicos pretende continuar la herencia de ocho ediciones que han unido la museología y los museos del contexto hispano-luso. En esta edición profundizamos en la idea de territorio como uno de los pilares del museo y de la Museología. Un territorio comprendido como sujeto físico, pero también como ente individual y colectivo. El territorio dentro y fuera del museo, el territorio subjetivo que crea memorias, narrativas, reflexiones, y contraculturas.

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La cuestión del «territorio» en relación con los museos es algo que ha marcado parte de la historia reciente de la institución, así como de su campo de conocimiento: la Museología. Tal es así que empezó, junto con «lo social», a ser uno de los ejes principales de los debates internacionales. Solo debemos acercarnos a las publicaciones del ICOFOM de los años 80, o a los encuentros de la Nueva Museología de Oaxtepec, Quebec, Molinos, etc., para percibir una aproximación de la dimensión que llegó a tener.

 

Gracias a ello, la idea de territorio consiguió evolucionar de una concepción puramente física a comprenderse como un espacio físico-social, un espacio históricamente construido donde se habían desarrollado procesos sociales y culturales. En la Declaración de Oaxtepec (1984) se afirmaba que:

 

El territorio es una entidad física delimitada por criterios geológicos y biológicos, pudiendo o no delimitarse administrativa o políticamente, aspectos de producción y laborales, vínculos de parentesco, relaciones sociales y cuestiones jurídicas también integran y determinan lo que es el territorio (…). El territorio como patrimonio es diacrónico: da cabida a diferentes formas y contenidos en función del tiempo y del grado de desarrollo social; puede incluso desbordar los límites administrativos o políticos.

 

Esta concepción significó, al mismo tiempo, la ruptura del territorio como era concebido por el museo normativo. El museo salía de sus muros, y se rompían las fronteras simbólicas de la dicotomía dentro/fuera.

 

En el siglo XXI las «cuatro paredes», como territorio distintivo del museo, son una quimera. La idea del territorio del museo continúa evolucionando. Para el museo el vocablo territorio designa las coordenadas espaciales de su acción e interacción con la herencia patrimonial y con las personas; pero también ha adquirido una dimensión más individual. Cada individuo y cada comunidad son, también, un territorio en sí mismos y, por tanto, forman parte del territorio del museo. En ellos se fraguan y arraigan los imaginarios y las narrativas que construyen las identidades, se forman las dimensiones físicas de nuestras interacciones, y se generan los relatos hegemónicos o de subalternidad. Los retos del museo y de la Museología se encuentran en construir un territorio-Otro del museo y desfamiliarizar nuestros territorios internos normativizados, permitiendo transitar a una idea del territorio del museo transversal e intersectorial.

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